Caca

El placer de la caca.

Diferentes tamaños. Diferentes grosores.

Soretes largos. Soretes finos.

Soretes chiquitos. Hijos de soretes, nietos de soretes.

Caca en porción.

Granitos.

Soretón con choclo. Soretón con lentejas.

Mi ano se ensancha para darte la despedida.

Un gusto el encuentro.

Cacuni deshecha, maltratada.

Abortito fecal.

Desgarrada. Como carne herida que flota.

Una lastima, la despido con una lagrima.

Estronzos cilíndricos. Con lujo. Que no dejan huella.

Se van y listo, sin tanto espamento.

4kgs de mierda. Y el botón que se queja.

Cacuchi. Muy poquita. Me quedé con ganas.

Un excremento solitario.

Tanto pedo al pedo.

Hinchazón. Fuerza

Ggggggggggg gggggggggggggg

Dale que sale, me agarro de la pared con las dos manos.

Y se da el parto.

Falsa alarma.

Un excremento diminuto.

Cago, cago y no puedo parar.

Sale como cascada.

Las cataratas del recto.

Nesquik. Chocolatada fresca.

Derramo sin parar la suciedad, las heces salen como flechas que atraviesan el paupérrimo estanque que nos muestra el inodoro.

Cago tranquilo, cago leyendo, cago sudoku.

Me separa las nalgas para que se exprese la mierda.

La caca que se mezcla.

La caca que no pasa.

La caca que me dejó manchada la cloaca.

Mejor me voy al bidet, donde gozo y me limpio toda esta mierda que cagué.

Dejame entrar

Déjame entrar

Abrí alguno de tus orificios

Permitime atravesarte

Es solo un momento. (el tiempo es mi peor enemigo).

Sé que carezco de paciencia, pero necesito que te descosas un momento.

Rompete. Sé amable.

Dejame ser el relámpago que desgarre tu cuerpo, tu espalda. Azotarte con mi lengua.

Quizás el deseo suba y mis más gruesas venas se conviertan en finos látigos  que puedan rasgarte los muslos.  Me agradecerías con unos gritos armoniosos.

Ardamos juntos. Compréndeme.

Mírame a los ojos y produzcamos una llamarada que nos haga brasas, que chamusque nuestros corazones, que vuelve negra toda nuestra piel. Que se nos pase el horno cariño, déjalo prendido y bésame bajo el calor, bajo el sol.

Ahora llórame. Llórame con todas tus fuerzas y tus heridas.

Llórame y mostráme. Llórame y mostrame.

A ver cómo te acongojas, como el pecho se te hunde y la panza se te mete para adentro, formando un arco con tu columna vertebral que da arcadas.

Como me divierto con vos pusilánime. Hormiguita.

Te piso con mi bota y siento el crack de tus huesitos.

Reviví, no ves que te necesito. Extraño tu sangre, tu color, tu mirada.

Volvé, te prometo que te voy a regar todas las mañanas, sin olvidarme, quizás si llueve no te visite… pero lo intentaré.

Paseemos, paseemos juntos, de la mano, bajo el sol,  regáleme un ramillete, y yo te regalo otro. Hagámonos las pavotas, si nos gusta, no tenses la mandíbula, si nos gusta.

Besame, besame otro poquito, dale, abrí la boca, move la lenguita, dale chimichurri, dame picor, dame licor, me muevo espasmódicamente y me rio sin sentido al ver tu cuerpo ahí para mi, ja ja, cómo te podes entregar! Cómo! Explicame…

Solo tengo ojos para ver y neuronas que se mueven, discúlpame que me ria tanto de vos, que me divierta sin parar, que te odie, que te ame, que me repulses, que te repulse.

Pero sin vos que sería

Pero sin vos que sería

.1.

Cuando leo.
Cuando escucho música.
Cuando veo una pintura.
.
El gran agrado o desagrado existe cuando eso que veo o escucho no entra solo por los ojos o por los oídos, sino que toca adentro, se mete, invade, mueve y agita.
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Atraviesa la piel, invade los órganos. Desacomoda. Produce olas por dentro. Marea. Quizás calma. Quizás no.
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